CARTA DE LA
PRESIDENTA

No sabría deciros si 2012 ha sido más o menos duro que 2011. Solo os diré que APROSUB ha seguido enfrentando una tormenta económica en la que solo se navega con vocación, trabajo y competencia.

Porque ni las restricciones administrativas, ni los problemas de nuestros colaboradores privados, ni la ajustada financiación, han impedido que nuestra asociación continúe cumpliendo su objetivo de prestar sus servicios a nuestros usuarios y a sus familias con arreglo a unas pautas de calidad cada vez más exigentes.

Y es que en un entorno que disminuye servicios y que destruye empleo, APROSUB potencia aquellos y crea puestos de trabajo con vocación de estables, puestos que puedan satisfacer las necesidades derivadas del aumento de usuarios de nuestros servicios. Y hacemos todo esto siempre exigiéndonos cada vez más, autoevaluándonos constantemente.

Además, conseguimos resultados contables muy positivos, convirtiendo nuestra organización en una empresa sostenible en el tiempo, en algo perdurable. 2012 era el titulo de una película que anunciaba el fin de los días pero solo era el fin de un ciclo. Y año tras año, ciclo tras ciclo, queremos que APROSUB, su organización y sus trabajadores continúen en su esfuerzo siempre en curso, siempre inacabado y siempre renovado, por avanzar hacia nuevas metas de calidad en nuestras prestaciones y servicios.

Pero no solo el esfuerzo de los trabajadores ha sido meritorio en lo profesional, sino también en lo económico. Especialmente ellos, con su serenidad ante las adversidades que nos han afectado y su entrega profesional, han contribuido a la continuidad de las actividades de APROSUB desde un marco de normalidad y calidad a pesar de las dificultades.

De estas actividades y de este marco os hablaremos en las siguientes páginas.

“Ángela Amate Romero”